Federico
García Lorca nació en Granada en el año mil novecientos ochenta y ocho y murió
fusilado por las fuerzas franquistas cerca de Granada en agosto de mil
novecientos treinta y seis. Lorca perteneció a la famosa Generación del 27,
caracterizada por ser de intelectuales de todo tipo. Mientras, España estaba
atravesando un tiempo de confrontaciones que acabarían en una Guerra Civil. Fue
fusilado por considerarse de izquierdas y homosexual, entre otras cosas.
Este poema
pertenece al libro Poeta en Nueva York,
escrito por Federico García Lorca durante su estancia en esta ciudad entre los
años mil novecientos veintinueve y mil novecientos treinta y uno. El título de
este poema es “Pequeño poema infinito”.
El tema
de este poema es la ciudad, en este caso Nueva York. Esto se puede ver en las
metáforas que utiliza Lorca para expresar lo que es la ciudad de Nueva York
para él, algo que nunca llegó a comprender del todo.
Este texto
está dividido en cinco estrofas, compuestas por cuatro versos la primera,
tercera y cuarta, cinco la segunda y trece la última. Este poema está escrito
en verso libre, sin una rima o longitud del verso específica. Algunos de los
recursos literarios de forma que hay en este poema son: anadiplosis en los
versos ocho y nueve y veintiuno a veintitrés; y encabalgamiento, de los versos
uno a cinco, seis a siete, diez a once, doce a quince, dieciséis a diecinueve,
veinte a veintiuno, veintitrés a veinticinco y veintisiete a treinta y dos.
Respecto
a la estructura interna, este poema está dividido en tres subtemas. El primero,
del verso uno al quince; el segundo, del dieciséis al diecinueve; y el tercero,
del veinte al treinta y dos. El primero habla de la mujer perfecta, el segundo
habla de la fealdad de la ciudad de Nueva York, y el tercero habla de la
frustración, tema principal en la mayoría de las obras de Lorca. Aquí, como en
muchos de sus poemas, hay un tono trágico y la presencia de la muerte ronda su
poesía como un presentimiento. Los recursos literarios que he encontrado en
este poema son: metáfora, en los versos seis y siete, donde dice que la mujer
es una equivocación.
Este poema
es un claro ejemplo de la etapa surrealista de la poesía de Lorca. Este poema,
escrito en la ciudad de Nueva York, como el resto de poemas escritos por él
allí, se vuelve más oscura y hermética que lo normal, y es allí donde nos damos
cuenta de que no le agradó mucho su estancia en Nueva York. Se vuelve a ver
aquí el tema principal en la poesía lorquiana: la frustración, la desolación y
la soledad, dado que la ciudad de Nueva York le propició a Lorca una angustia y
ansia que jamás había sentido antes. También se puede relacionar claramente
este poema con la Generación del 27, ya que hay una gran influencia
surrealista: emplea las imágenes para describir lo que siente y ve.
En mi
opinión, Lorca quiere transmitir un sentimiento de odio a la civilización
moderna. A él, andaluz, de pueblo, le gusta más la vida campestre, tranquila y
sin complicaciones, y no quiere que la idea de Nueva York se extienda por su
tierra, España, aunque más en concreto, Andalucía.
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